A la orilla izquierda del río Valdelinares y a 1692 metros de altitud sobre el nivel del mar se encuentra el municipio más alto de España. Aquí en Aragón, en la provincia de Teruel y en la comarca de Gúdar-Javalambre. Este pueblecito se llama Valdelinares al igual que el río que tiene a su vera. Cuenta con tan sólo 110 habitantes censados en la actualidad aunque hacia 1900 llegó a tener más de ochocientos.
El origen de la población quizá tenga que ver con los sistemas de repoblación medievales en forma de masías, masadas o mases en los que se iban creando pequeños núcleos de población dedicados principalmente a la agricultura, la ganadería y aprovechamiento de montes. Son abundantes los pastos, por ello, tanto en la antigüedad como hoy en día, la principal fuente de ingresos es la ganadería. Valdelinares contaba con una gran cabaña ovina transhumante, pero hoy ese ganado ha pasado a se vacuno gracias a la calidad de los pastos en la alta montaña. La carne de vaca de valdelinares es de gran calidad y muy demandada por los consumidores.
En la actualidad el sector servicios también es una fuente de ingresos gracias al llamado turismo de nieve. A tan sólo 7 kilómetros de la localidad se encuentran las pistas de esquí de Valdelinares pertenecientes al grupo Aramón, montañas de Aragón.
Una de las joyas con las que cuenta el término municipal es el bosque de pino negro Pinus Nigra que posee en las cumbres del alto de Peñarroya. Se trata de una especie vegetal relicta y que encuentra en Valdelinares su morada más al sur en la península ibérica. La genciana de verano Genciana acaulis, planta con flor azul campaniforme que florece en los prados de El Villarejo (Valdelinares) es otra especie relicta que mora en esta zona y que tan sólo la podemos en Aragón aquí en Valdelinares o en los pirineos.
Los amantes de la micología encuentran en Valdelinares un verdadero paraíso ya que el municipio posee un gran término formado por bosques de coníferas y prados. Son muchas las especies de hongos y setas que podemos recoger entre las que destacan los bujarones calocybe gambosa, los sombrerillos Marasmius oreades, los champiñones silvestres Agáricus campestris y, por supuesto, el lactarius delicius más conocido por rebollón.
Las fiestas patronales se celebran el tercer fin de semana de julio en honor a san Cristobal, san Roque y santa Bárbara. También celebran una rogativa hasta el santuario de la Virgen de la Vega el último sábado del mes de mayo. En este santuario ese día se celebra misa y a continuación una comida popular.