A Camarena se le conoce como el pueblo de las cien fuentes y es que por su término corren aguas cristalinas que nacen de sus numerosos manantiales. De entre ellas destaca el salto de agua de los Amanaderos y el de Escuin, conjuntos de cascadas. Un lugar para disfrutar de la naturaleza en estado puro. También cuenta con aguas termales medicinales recomendadas para enfermos del tracto biliar y del tubo digestivo de las que se puede disfrutar en su balneario. En el nacimiento del río Camarena, afluente del Turia, hay un paraje que cuenta con un puente antiguo digno de visitar. Sus múltiples pinares son otra de sus señas de identidad y reclamo amantes de las setas, hongos y níscalos en época de recolección.
La entrada de la población está presidida por los restos de un olmo centenario que tenía ocho metros de circunferencia.
En el centro de la población cabe destacar la Iglesia de San Mateo, obra barroca, construida a mediados del siglo XVII. Consta de tres naves siendo la central cubierta con una bóveda de medio cañón con lunetos y las laterales con bóveda vaída. A los pies se encuentra la torre campanario con tres cuerpos y de tradición mudéjar.
Todos los años se celebra en Camarena la conocida marcha de BTT (bicicleta de montaña) llamada “Matahombres” para los amantes de este deporte.
Camarena de la sierra se encuentra a 1294 metros sobre el nivel del mar. A estas altitudes y su ubicación entre la sierra de Camarena y el Pico de Javalambre hacen de este pueblo un lugar perfecto para la práctica de deportes al aire libre. Sobre todo deportes de nieve. Se encuentra a tan sólo unos minutos de la estación de esquí de Javalambre donde puede practicarse esquí alpino y snowboard. En los alrededores se realizan actividades de mushing y trekking. En todas las épocas del año se realizan actividades también de 4x4 y rutas de quad.